By publicista Mon Soler
En un mundo donde los números, cimientos y las estructuras definen la realidad, la construcción emerge como un arte creando nuestras ciudades y comunidades. Pero en paralelo, existe un mundo igualmente esencial, pero más abstracto, donde las palabras y las ideas dan forma a la esencia de las organizaciones: el mundo de la comunicación interna.
Estos dos universos parecen existir en polos opuestos: uno se fundamenta en el acero y el concreto, mientras que el otro se construye sobre la base de conversaciones y mensajes. Sin embargo, a medida que profundizamos en cada uno, descubrimos que comparten un hilo conductor común: la necesidad de una planificación meticulosa, una ejecución precisa y una colaboración armoniosa.
Hoy buscamos adentrarnos en la dualidad de estos mundos aparentemente diferentes para explorar cómo los principios de la construcción física y los de la comunicación interna se entrelazan. ¿Cómo pueden las empresas constructoras sacar el máximo provecho de la comunicación estratégica para edificar su éxito?
Lo primero que nombraremos es “Coordinación eficiente, empresa eficiente”, en la construcción, la coordinación entre diferentes equipos es fundamental, construir no solo requiere cimientos, sino que alumbrado, desagüe, incluso decoración. Una comunicación interna clara y efectiva facilita la sincronización de actividades, asegurando que cada parte del proyecto avance sin contratiempos, y así, quizás por fín dejaremos de vivir en el estigma de calcular un mes más a las fechas que las constructoras te dicen en primera instancia.
Lo segundo “Cimientos de confianza, estructura fuerte”, cuando los miembros del equipo confían en las capacidades y habilidades entre ellos, cuando saben que la información fluye y los objetivos se comparten como colectivo, el sentido de pertenencia y compromiso con la empresa aumenta, ya no son solo trabajadores que tienen que hacer un trabajo y se van, ahora son parte de un grupo, en donde se sienten valorados y por ende, “se ponen la camiseta por el equipo”.
Tercero y último, pero no menos importante, “Construir cultura corporativa”, la comunicación interna no solo se trata de transmitir información sobre el proyecto actual, sino también de armar una cultura corporativa sólida. Cuando los valores y la visión de la empresa se comunican de manera clara y constante, se fortalece el sentido de identidad y pertenencia de los empleados. Ese mismo del que hablamos en el punto 2.
Entonces, en conclusión, para el mundo de la construcción, donde cada empresa es responsable de crear los hogares y espacios que dan forma a nuestras vidas, la comunicación interna emerge como una herramienta innovadora que ayuda a crear el cimiento sobre el cual se construyen las empresas que construyen.
Al priorizar una comunicación interna efectiva, las empresas pueden asegurar una construcción fluida, eficiente y, sobre todo, sólida como una casa bien hecha.
Si consideras que tu empresa ya es así, es muy probable que inconscientemente aplicaras algunos de estos conceptos, imagínate utilizarlos todos de manera estratégica.
¡Construyamos juntos herramientas para tu empresa, ladrillo a ladrillo, proyecto a proyecto!